Ya a finales del siglo XIX y a principios del XX cuando la Gestión de nuestra Ciudad pasó a manos civiles, después de muchos siglos siendo Fortaleza militar, donde todos los que mandaban eran militares, los ingenieros, los constructores, los contratistas, los sanitarios, hasta los curas eran castrenses.
Cuando volvió a manos civiles, los Empresarios, la Alta y adinerada sociedad alicantina: los consignatarios de buques, comerciantes, los mercaderes, los médicos, los aristócratas cercanos a la Corona y otros prohombres alicantinos, algunos reconocidos masones, promulgaron el Plan “Alacant Ciutat de Turisme de Salut”.
En toda su línea litoral existirían Balnearios especializados en Termas Marinas, Talasoterapia y Alimentación Saludable, desde el Postiguet a la Albufera unos Paseos Marítimos con preciosos palmerales y sombreantes ficus, a la semejanza del dedicado a Canalejas, darían entrada a exquisitos y artísticos Establecimientos de Baños de Aguas Marinas, donde se además de baños se aplicarían cataplasmas calientes de algas de Tabarca, compresas de arcillas y barros de Agost, infusiones herbales de Mariola y que ofrecerían toda clase de Servicios Termales para beneficio de propios, turistas y veraeantes.
